Gaviota

Gaviota
Unidas

Vuelen Conmigo

Muchas veces las personas nos invitan a echar las penas a volar, para que con ello, la alegria nos invada. Hare este consejo una realidad en mi vida y en la de aquellos que lean este espacio. Le pondre alas a mis palabras. Espero que esas alas les permita a esas palabras volar hasta el corazón de mis lectores y darle libertad a los que se sienten cautivos, darle esperanza a los desfallecidos y una luz de alegria a los que deambulan por la obscuridad de sus angustias. Este blog, es solo el afán de expresar lo que siento, con la esperanza de que la persona que lo lea, encuentre en sus líneas quizas un mismo sentir, o una misma respuesta. Ven. acompañame y volemos juntos en busca de una ruta que nos ayude alcanzar la paz....


Gaviota

Friday, June 22, 2007

LA LLAMADA INESPERADA


Caminamos muchas veces con la tristeza doblada en el pequeño baúl de nuestras emociones. Las personas nos miran y entienden que somos felices porque escondemos nuestras verdades tras una sonrisa, que dice lo único que no es verdad. Buscamos en las pequeñas cosas cotidianas algo que nos levante un poco el ánimo, que solo esta sostenido por la necesidad de que nadie descubra cuan deprimidos estamos. De pronto se escucha un timbre, el teléfono, que con su peculiar alarido nos indica que alguien, nos dirá algo, nos pedirá algo o nos cobrará algo, ( en momentos de tristeza no pensamos nada positivo) Miramos ese lobo que aúlla esperando que lo acallemos levantando el auricular, y por un segundo pensamos si valdrá la pena dejarlo que se quede ronco gritando o que se canse regalándonos lo único que ansiamos en ese momento, el silencio.
Pero siempre la Fuerza Suprema sabe como rescatarnos. Quizás al que se ahoga le lanza un madero que lo mantenga a flote. Al que se asfixia le regala una bocanada de aire para que respire. Al que esta triste, le envía una amiga de lejanas tierras a llamar para preguntarnos simplemente: ¿cómo estas?, y de pronto todo se ilumina. Ya no recordamos el aullido del lobo, sino que nos parece que cientos de arpas entonan la más dulce de las melodías. Que bálsamo para el animo caído escuchar la tibieza de una voz amiga. Que grande y maravilloso es mi Dios, que usa a las personas para decirnos en un idioma simple cuando nos ama. Tu, mi querida reinita de alas doradas, que aun sin decir tu nombre sabes que eres tu, gracias, por dejarte usar por el Todopoderoso y decir si, a ese impulso que té motivo a llamarme. Gracias por regalarme la suavidad de las palabras que desafiando la distancia, vistieron mi tristeza doblada en el baúl de mis emociones, con ribetes dorados. Gracias por desdoblar y desplegar sobre mi cansancio y mis angustias un manto de claveles de buenos deseos. No tengo otra forma de responder a tu cariño, sino esta, dejar plasmada en estas líneas todas las emociones que escuchar hoy temprano nacieron en mi.

Thursday, June 21, 2007

LA TRISTEZA

Tanto tu corazón, como yo sabíamos que ella llegaría ha hospedarse en nuestros adentros, como tantas otras veces. Llega agazapada escondida entre retazos de alegría y disfrazada de silencio. Una vez adentro todo lo detiene, todo lo destroza como un huracán o un torbellino. Aun peor, como un terremoto el cual no avisa y solo llega estremeciéndolo todo, derrumbándolo todo, sin posibilidad de darnos tiempos para prepararnos. Es ella, vestida siempre de engaño, cubierta con silencios, nuestra odiada amiga la tristeza. Llega y se hace dueña de nuestras mas intimas alegrías, las destroza, las desmenuza como un animal salvaje hambriento cuando devora a su presa. Se nutre de los recuerdos que escondemos en lugares lejanos de nuestra mente. Los escarba como un perro furioso en busca de su hueso. Los desentierra para revolcarse en ellos y luego salpicarnos con su dolor. Se hace grande cuando pasa uno a uno ante nosotros todo aquello que nos esforzamos por borrar de nuestro ser, ella los retoma, los convierte en dardos que dispara al centro de nuestro interior. Que hacer para sacarla si ella se hace fuerte con nuestra resistencia. Mientras mas nos esforzamos por despedirla, más entierra sus garras en nosotros. Que hago corazón, si en mi afán por defenderte solo consigo hacerte mas daño, porque cuando mas fuerte aprieto a la tristeza, mas te desangras en el proceso. Solo me queda engañarla, sonreír con la esperanza de lastimarla, de arrinconarla. El eco de las risas la sacude, la acalla por momentos. El disfrute de las pequeñas cosas la consume, pero ella se resiste, atormenta, restándole importancia aquello que sentimos especial. No podemos permitir que construya barrotes, no podemos permitir que encierre las chispas de alegría que nos salpica el día. Fe, esa es la respuesta, corazón, el remedio... debemos sumergirnos en las aguas de las FE, porque la FE mueve montañas, acalla el llanto y desconcierta a la tristeza.

Wednesday, June 20, 2007

La Paloma Negra de Hermoso Plumaje




Hace algunos meses una gaviota solitaria volaba sobre los mares. Desde la altura miraba otras aves que junto a sus bandadas se deslizaban alegres por el cielo. El sol desde lo más candente de su altura, las vestía de amarillo fiesta y haciéndoles travesuras las calentaba, obligándolas a bajar a refrescarse en las faldas saladas del mar. Había águilas de majestuoso plumaje, cóndores, palomas y gavilanes, que olvidándose de su instinto de animal de caza, revoloteaban junto a todas ellas. Pero entre todas una paloma llamo la atención de la gaviota errante, una paloma hermosa y de negro plumaje, se encontraba entre ellas, pero volaba ausente. Sus alas, desplegaba, para no sucumbir ante los embates del furioso aire.

De pronto detuvo su vuelo y se fue en picada, buscando la rama de donde iniciara un día su viaje. Y justo en la rama, dentro de su nido muy triste y cansada, estaba su madre. Una paloma de alas inmensas, cuya fortaleza, un tanto desgastada, mostraba que era la dueña de muchas proezas. La paloma madre, yacía en el nido, mirando hacia el cielo, recordando sus pasados vuelos. Pero el tiempo implacable, no transcurre en mano y ya no podía abandonar el árbol. La paloma hermosa de negro plumaje voló hasta su lado. Le llevo en el pico algo de comer, rasco su cabeza y con sus alas la acaricio también.

Desde el solitario camino trazado, la gaviota errante veía la escena. Una paloma metida en su nido, una paloma ofreciéndole abrigo. Mirándolas desde la distancia, expandió sus alas y siguió camino, el viento y el mar eran sus testigos. Era solitaria, de errante volar, sin tener un árbol donde reposar. Solo si la noche le brindaba un guiño, buscaba en el mar un poco de abrigo.

Un día de sol, como tantos otros, emprendió su vuelo, todas las bandadas hacían lo mismo, buscando que el sol les diera cariño. Pero hoy no estaba la paloma negra, la paloma hermosa. De pronto una ráfaga le jugo una broma y sintió su fuerza la errante gaviota. Hizo mil piruetas, ninguna de ellas hechas por alarde, era el equilibrio para no quebrarse. Siguiendo su vuelo, busco inútilmente la paloma negra de hermoso plumaje no estaba volando, y justo en nido ya no había nadie.

Entonces lo supo, se lo dijo el viento en un simple zumbido, se lo dijo el viento que era su amigo. La paloma negra de hermoso plumaje, hoy se siente sola, se siente muy triste, enterró a su madre. La gaviota errante perdió el equilibrio, sintió que hasta el cielo ya no era el mismo. Dos gotas de lluvia besaron su pico, lagrimas del cielo, único testigo, del vuelo infinito que en solo instante hizo hasta el cielo la paloma madre.

¿Dónde estará la paloma negra de hermoso plumaje? ¿Dónde el dolor y la pena la han escondido? ¿Dónde llora el dolor amargo de su cruel designio? Señor de los mares, Señor de los vientos, que brindas amor y brindas consuelo, dile que la busco, que venga conmigo que justas luchemos por borrar las marcas de la ausencia triste que lleva consigo—

Todo fue silencio, todo fue respeto, en señal de duelo todas las bandadas cerraron su pico, sus alas quedaron cual si fuera un lienzo, estático y suave plasmado en el viento.

De pronto a lo lejos, vestida de pena volaba a mi encuentro la paloma negra. Le ofrecí mis alas, ven vuela conmigo, surquemos los cielos, dejemos que el vento te llene de olvido. De olvido de llanto, de olvido de pena, porque el recuerdo de tu ser querido ese si se queda.

La gaviota errante, que nunca dejaba que la viera nadie, voló junto a ella. Su paloma negra de hermoso plumaje, la que estaba triste y llena de pena, queria tenerla siempre junto a ella. Le extendió las alas para que viniera y juntas borraran su profunda pena. La paloma negra de hermoso plumaje, se vistió de esperanza, e hizo piruetas vestidas de encajes. La gaviota solitaria, la gaviota errante volaba con ella.

La paloma hermosa, de negro plumaje, acepto volar muy juntito a ella. Ya no esta triste la paloma negra, ya no estaba sola, la gaviota errante. Sus alas unidas formaron un arco, sus picos formaron sueños en el aire. Ya no había tristezas, ya no había pesares, y juntas volaban sin miran a nadie.

Surcaban el cielo, cruzaban los mares, hacían piruetas, se hacían maldades. Reirán del sol cuando se ocultaba detrás de una nube, reían el viento cuando en remolimos giraba y giraba sin besar a nadie. Miraban los árboles en la lejanía, las ramitas nuevas, las ramas caídas. Y entre vuelo y vuelo, entre risa y risa, volaba la gaviota errante y la paloma hermosa de negro plumaje.

La paloma negra entonaba ritmos y la gaviota errante hacia lo mismo. La gaviota errante le escribía mimos, con su estrecho pico, mimos de cariño danzando en el aire.

Pero un día lluvioso, de nubes oscuras, la gaviota errante subió a las alturas, su cuerpo sentía que estaba cansado, de tanto y tanto que había volado. Se escondió detrás de una nube, sin hablar de nada sin decir a nadie. La paloma hermosa de negro plumaje, voló por los mares, preguntando a otras amigas del mismo plumaje. Nadie había visto a la gaviota errante. Nada la detuvo, su amistad por ella la hacia incansable, volaba y volaba, retando a los vientos, retando a los mares. Sola como siempre, volando, cansada y herida encontró a su amiga la gaviota errante.

Voló junto a ella, le brindo sus alas, te presto mi fuerza, mi gaviota amada – le dijo la paloma hermosa de negro plumaje. No quiero que sufras, no quiero que llores, te ofrezco el cariño que tengo en mi alma vestido de flores, No me dejes sola, no rompas mi nido, no rompas los sueños que forme contigo. Pero la gaviota siempre solitaria, prefirió alejarse antes de lastimarla.

No quiero que vueles donde vuelo yo, extendió sus alas y le dijo adiós. Levanto su vuelo y lejos se marcho. La paloma negra se quedó llorando, la gaviota errante la había lastimado. Ella le brindada su amistad sincera, y la gaviota errante se la rechazaba.

La paloma hermosa de negro plumaje, no entendió el dolor, no entendió el mensaje. La gaviota errante se estaba muriendo y quería sola emprender su vuelo. Regresaba al mundo de donde salio, un mundo solitario, de uno no de dos. Prefiero el desprecio de una amiga buena, al dolor de verla sufriendo por ella.

La paloma hermosa de negro plumaje, remontó su vuelo, llena de coraje, y cuando llego de nuevo a su nido, le envió un mensaje lleno de castigo. La acuso de falsa, de traidora y mala, de miles de insultos que nunca esperaba. Tomo la espada de autodefensa y le corto las alas, le quito las garras, la dejo indefensa.

La gaviota errante, se sintió morir, estaba perdida, sin tener un nido a donde partir. Y esta historia no termina aquí, puedo que algún día escriba su fin

LA GAVIOTA Y EL AGUILA



Volaba en medio de un cielo, que no era cielo y me encontré con un águila, que no era águila, buscando una respuesta, a una pregunta que desconocía. Era inevitable que nos cruzáramos, yo iba en busca de un mar que se me negaba y el águila iba en busca de una montaña que no existía. Me saludo, sin pronunciar palabras y le conteste sin decirle nada. En este mar de contradicciones supimos que era imposible que siguiéramos nuestros respectivos vuelos, sin que un hilo invisible nos atara.

Me miro, fingiendo que no veía nada, y le hable aun sabiendo que no me escuchaba, se mostró indiferente, llena de olvido, de palabras no dichas, de recuerdos sepultados en una tumba vacía. Se mostró ausente y fue entonces cuando sentí su presencia tan fuerte. Era un reto a mi solitaria vida, era un llamado en silencio a conocer a alguien que siendo diferente a mí, se me parecía.

Hice con mi pico, unos trazos en el aire. No quiero presumir o hacer alarde, pero fueron unos trazos vestidos de poesía. La rima no era fácil, el tono era amargo y de melancolía, pero eran mis trazos, con mi esencia, con mi tristeza y la angustia que tenía, no había más, porque más no conocía.

El águila curiosa los entendió enseguida. Ese era su idioma, con sabor agridulce, con letras que su alma, antes de leerlos ya los retenía. Le gustaron mis trazos, recito mi poesía, y supo en un momento todo lo que gritaba mi más hondo silencio. La atrape, como atrapa al viento unas manos de niño, que sonríe pensando que lo lleva consigo, pero al mirar sus manos descubre que se ha ido.

En nuestra diferencia inventamos palabras para hacernos iguales. Ella hablaba en su idioma, y yo no la escuchaba, sin embargo tenía cada punto, cada coma, grabadas en mi alma. Yo le hablaba en mi idioma, con lenguaje silente, con palabras extrañas que ella no comprende, sin embargo reía, sin embargo lloraba, y supe que en su corazón mis palabras quedaban.

Me dijo, que era libre con las alas atadas solamente a los sueños que su mente trazaba. Me dijo, que no era ave de ir en las bandadas, que le gustaba a solas, mirar las madrugadas. Que cuando iba volando y sentía la sed, bajaba en un segundo a los ríos a beber. Que no creía en la Fuerza central del universo, y que todos criticaban, su fuerte pensamiento Que no daría excusas ni falsos argumentos.

La mire sonriendo, le respondí, te entiendo, vienes de volar de un mundo descontento. Yo, le dije, soy gaviota que vuela siempre sola, soy gaviota de mar, gaviota errante, que no conoce el nido de donde despego, que no tiene bandada, ni quien le brinde un pedazo de sol. Soy lo que soy, aunque a final de cuentas soy dueña de la nada. Dueña de los abismos y de las madrugadas. Dueña de mi misma aunque a veces me pierdo, dueña de los murmullos que llegan en el viento. No tengo rama donde descansar, mi ruta siempre empieza y termina en el mar.

El mar no me gusta, me dijo sonriendo, es un camino que a los navegantes se los lleva lejos. Me gustan los ríos, que son mis amigos, que calman mi sed, y que me dan abrigo. Que forman veredas para que regresen todos los recuerdos y aquellos que el mar, se ha llevado lejos.

Entonces le dije, yo como gaviota que sabe a salitre me gustan los mares, aunque sean tristes. Me gustan las olas chocando en las rocas, rompiéndose en gotas sin echar raíces. Me gusta la arena acostada siempre, esperando algo, que nadie posee. Me gusta volar en contra del viento, aunque el vuelo sea, más rudo y más lento.

Somos como el día lluvioso y la noche oscura. Tú con tus quimeras yo con mis locuras. Tu con tus poemas de Mario Quintana, y yo con mis versos de José Ángel Buesa. Somos como la risa bañada de llanto, tu como el mañana, yo como el ocaso. A pesar de eso nos parecemos tanto.

Tu me niegas el pensamiento que tienes cautivo, yo me siento triste y no te lo digo. Después me regalas sin que te lo pida, ese pensamiento y me siento cautiva.

Así somos, dos noches en veinticuatro horas, dos días, dos tardes o dos auroras. Somos sin ser, letra y canción de la misma alegría, verso y rima de la misma poesía. Somos tan diferentes, que nos ven iguales los árboles, y todas las aves.

Soy roca, esa contra la cual te chocas para arrancarte de un solo golpe tu pico y tus garras. Soy esa roca que cuando chocas contra ella se vuelve rosa, para evitar que puedas lastimarte, pero que te ayuda en tu proceso, de mudar de alas, de mudar de pieles. Chocas contra mí, porque es necesario, para estar entera romperte en pedazos y cuando miras buscado la sangre de tu rudo golpe, solo vez pétalos donde se supone que miraras sangre. Porque mis plumas se vuelven caricias, y visten tu llanto con pétalos de rosas llamados sonrisas

Aquí estoy para ti, que no me buscas, tratando de decirte lo que nunca escuchas. Aquí estoy aceptando tu lado risueño, ese que se forma cual si fuera un sueño. Aquí estoy dándote lo que no me pides, pero sabiendo que lo esperabas y que lo recibes. Aquí estoy buscando una noche para hacerte un verso, buscando en mis libros, novelas y cuentos.

Estas tu tratando de decirme lo que ya sabia, como lleva un ciego a su propio guía. Estas tu, como siempre dices enseñando a un cura a decir de memoria el padre nuestro. Estas tú, diciendo negro con tus palabras, y diciendo blanco con tus hazañas. Escondiéndote para que no te encuentre, pero silbando fuerte para que pueda verte.

Así somos, la presencia que se ausenta; las vivencias muertas, las risas que parecen muecas. Así somos, el día y la noche, mientras una sale, la otra se esconde. Así somos, un número impar queriendo dividirse, y esperando que ambas partes sean iguales y sean felices.

Aquí estamos, dando vida a una mentira mas cierta que una verdad, tratando de alejarnos del cielo, pero sin dejar nunca de volar. Aquí estamos, tratando de unir los pedazos de un entero que nunca estuvo unido. Tratando de seguir, sin recordar ni el camino ni el nido. Aquí estamos, pero sabes que no es cierto, que somos solo espectros de lo que fuimos. Tratando de hacer eterno el ayer del mañana, porque sabes que no es real el mañana de hoy.

Así seguiremos conformes con una porción, aun sabiendo que queremos el entero. Seguiremos hablando en el silencio, diciendo que no, aunque no sea cierto. Diciendo que el reloj guarda el tiempo muerto. Esperando a la espera para no desesperar, esperando un futuro que nunca llegara. Seguiremos, porque es nuestra esencia, seguir adelante no importa si estamos perdidos o si la meta esta a nuestro alcance.

Seremos una inocente y otra culpable, con una condena que no tiene nadie. Apelando ante él más alto de los tribunales, una sentencia injusta que nos hace diferente, aunque nos ve iguales. Y como nunca dijiste que estabas, y como nunca, dijiste encontrarme, me voy aunque me quede, para consolarte. Me voy aun estando, aun sintiendo que me retienes diciéndome adiós, porque como eres especialmente diferente, cuando otros dan la bienvenida, tu levantas tu vuela y proclamas partidas.
Así que como no estas y yo me ausento. Como tu no hablas y yo no te atiendo. Como nos tenemos aun sin tenernos. Sigamos volando, yo buscando un sueño al final del mar, y tu buscando algo que no has de encontrar.

Tuesday, June 19, 2007

LA IRA

Que sentimiento tan amargo es la ira. Te llena e inmoviliza, te convierte en un león enjaulado en tu propia piel. Quieres gritar tan fuerte que tus palabras se distorsionan aun en tu propia mente. Destruir, romper, golpear... son verbos que toman vida en medio de nuestra ira. Esa necesidad imperiosa de fomentar en otros el dolor que nos consume. Que hacer para mitigar ese sentimiento. Como destruir ese gigante que nos oprime los sentidos, que nos pisa el corazón mientras se hace más grande y poderoso.
Necesito paz para vencerlo, necesito entender este coraje inmenso, esta ira que me come viva, como un caníbal hambriento. Tengo que controlarlo antes que el me domine y termine haciendo una locura. Debo pensar, analizar, no puedo dejar que el me domine. Pensar, mientras dejo que mi respiración se escape por mi boca, como el aire que sale de agua en ebullición. Respirar como un toro antes de la embestida, reteniendo la fuerza pero controlando el movimiento para no fallar. Como un nadador antes de zambullirse, porque esto le garantiza que puede aguantar más tiempo en las aguas que pudieran ser su tumba.
Respirar para que la respiración me garantice que mi acción será la correcta, para mitigar la ebullición de rabia. Debo ser como la ola, que antes de golpear la roca, retrocede agrupando sus aguas, ahí radica su fuerza. Debo ser como el águila que recoge sus alas cuando va de picada en busca de su presa, y que luego las despliega majestuosa y destructora.
Aglutinar emociones para dar un solo golpe, una sola embestida, uno solo choque contra lo que produce mi rabia. Solo uno, aunque me destruya a mi misma. Así mi coraje morirá conmigo, mi ira será la lapida de mi ultima morada. Eso siento, ese tropel de palabras describen mis emociones de este momento. Las plasmo en un papel, para ver si puedo domarlas. Odiar, no es bueno. Airarse, sin importarnos pecar, es malo. Escribir mitiga, suaviza, calma ese volcán de sentimientos que esta a punto de hacer erupción. Piensa, piensa... que lograras dando rienda suelta a ese lago de azufre llamado enojo. Cuantos inocentes arrastraras en el intento de acallar tu gigante. Busca en ti, cuanta responsabilidad tienes en la creación de tu propia ira. Porque de ser así, debes reconocer que eres creadora de tu propio enojo. De lo contrario, si nada tienes que ver en ello, porque te levantas en armas contra una causa que no es la tuya. Quizás la vida misma dará el pago aquellos que trabajaron para ello. No te tomes atributos ajenos.
Piensa, con frialdad. No ves como todo es distinto. Tu enojo esta en tu mente, y le has dado forma en el tecleo constante de palabras, mas efectivo que un golpe seco en una pared que no siente, pero tu mano si. Escribes y en cada idea que tienes que plasmar en el papel, tu coraje se transforma, tu ira se hace mansa, y podrás ver en cada palabra trazada, como quien mira el futuro, como pudiste de forma quijotesca, destruir un gigante que no era un molino de viento, sino un sentimiento de ira mal enfocado. Lo he logrado... las aguas vuelven a su nivel, y tengo miedo, pues pienso que al dejar de escribir, todo volverá a comenzar. Pero esta aplacada mi ira, me siento mejor, más calmada. Escribir es el remedio, la medicina que cura la enfermedad llamada ira, que viste la desnudez del coraje de tranquilidad y ahora en letras con forma la rabia, en el río de la mansedumbre.
Mientras mis manos se deslizan por las teclas la furia se diluye, la ira se transforma y se va construyendo un camino que me lleva a la paz.

UNA VIDA CON PROPOSITO- FINAL DE LA JORNADA

Muchas preguntas quedan contestadas, muchas inquietudes satisfechas, pero surgen preguntas nuevas, inquietudes nuevas y la imperiosa necesidad de saber mas. Asi es el amor de Dios, una saciedad que solo se logra mientras estemos pegados de la Fuente. Una sed que se multiplica mientras mas agua tomemos, porque cada sorbo del Agua de Vida, es como una gota nueva que aumenta tu sed. Muchos aseguran que cuando se toma del agua de la vida, nunca se tendra sed. Esta jornada me ha enseñado que mientras mas bebo, mas sed tengo, porque mientras mas conozco de lo que Dios quiere hacer conmigo, mas necesidad tengo de saber mas, de que haga mas. Porque me maravillo ante la grandeza de su poderio, cuando puede de un pedazo de barro que soy yo, hacer una vasija donde habita su Espiritu Santo. Porque me considera digna de formar parte de sus planes, por me creo como parte integral de su Plan Maestro, cuando pudo simplemente hacerlo sin mi. Entonces todo cobra sentido. Entiendo que cada lagrima derramada no se perdio en la nada, que cada fracaso fue solo un intento, que cada derrota fue una forma de llegar al éxito, que cada defecto era una cualidad en potencia. Al final de la jornada entiendo todo lo vivido. EL pasado se transforma en una base solida que sostiene mi presente y mi presente es solo una fuerza que da forma a mi futuro. Descubri que el PROPOSITO siempre estuvo, solo que yo no lo entendia del todo. Descubri, que solo quien le falta mucho por aprender dice que ya lo sabe todo. Que mi vida es un libro a medio escribir, donde su Autor, hace anotaciones cada dia. Yo comence a leerlo a mitad, sin saber que debia comenzar por el prologo, y con esta jornada comence a reerle mi libro desde el comienzo donde el Escritor Celestial, habia indicado el proposito.

En algun lugar lei que los seres humanos son como angeles con una sola ala, que necesitan de otros para poder volar. Pienso que eso es cierto. Debemos ver a los que todavia no han conocido al Maestro, como seres con dificultad de volar a Su encuentro, nuestras palabras y nuestras vidas encaminadas ya por el proposito Divino, seran esa ala que les falta para poder volar. Ahí radica la misión, aquella que nos marca el camino, que nos muestra la ruta. Identificar porque estoy aquí, quizas el unico porque que todavia queda en mi vida. Si, por que hace mucho tiempo sustitui la pregunta PORQUE por la pregunta PARA QUE. No quiero saber porque pasan las cosas en mi caminar, aprendi que sea lo que sea pasara para bien. Ahora necesito saber para que pasan, no con el deseo de cambiarlas, sino con el deseo de entender que debo aprender de cada una de ellas, y cual parte del PROPOSITO en mi vida, reforzaran. Desde que asumi eso como regla de vida, no hay pregunta sin respuesta, sino respuestas esperando las preguntas. Finalmente entendi que no son cosas enormes las que Dios demanda, que no pide nada que El no me haya dado primero. Entendi que de nada vale que predique un Dios Resucitado, si con mis acciones lo crusifico cada dia. Mi proposito es ganar una vida para Cristo, es demostrar con mi ejemplo y confesar con mi boca, que la cruz esta vacia, porque Cristo Vive. La tarea no es tan grande como para no hacerla, pero es tan inmensa que transformara el mundo. SOLO UNA VIDA MAS CRISTO, ese debe ser el motivo, que me levante cada dia, y el reto con el que me acueste cada noche. Dios me ama, tanto que confia en que yo le ayude a encontrar algo valioso que a perdido, el corazon de mis hermanos que no le conocen. Aprendi que la cruz se hace mas liviana cuando usamos sus madera para hacer una escalera que permita que otros suban para conocer a Jesús.

UNA VIDA CON PROPOSITO- EN MEDIO DE LA JORNADA

No hay motivacion mas acertada que aquella que emana de los motivados. Es pues, la fuerza con que motiva una persona motivada la que verdaderamente cautiva tu atencion y te motiva. Parece una repeticion de palabras pero no es asi. No es un trabalenguas donde entre motivacion y motivado se diluye lo sustantivo. Es que solo quien cree fielmente en lo que predica, puede llegar a las personas con mas fuerza que cualquiera. Esta fue mi experiencia. En medio de la jornada, cuando suele aparecer el cansancio y los deseos de llegar al final rapido, es cuando la palabra escuchada toma la forma de quien la pronuncia.
En medio de la jornada, descubri que asi como las promesas de Dios son nuevas cada mañana, aunque el proposito es el mismo, la Agenda Celestial es nueva cada dia. Dios la conoce, yo no, por eso debo leer en cada persona, en cada situacion que me toca vivir cual es la agenda del dia. Dios me creo a proposito, con un proposito y para un proposito, yo debo descubrirlo para darle sentido a mi vida.
Se hablo de tantas cosas, muchas que emanaban de la vivencia del que dirigia, otras que brotaban como fuentes de los oyentes, todas llegaban al mismo lugar, a la mente de los presentes, arrancando una oracion o aclarando una duda. Aprendi que es un error atribuirles a otros dotes divinos cuando le permitimos que determinan como nos sentimos, solo yo decidire como me sentire, debo pensar que solo quien lastima es porque esta tan lastimado, que piensa que el dolor de otros le mitigara su pena. Solo quien es capaz de causar dolor es porque lo ha tenido muy cerca. Cuando perdonamos nos liberamos y es el perdonado quien queda en deuda.

UNA VIDA CON PROPOSITO EL COMIENZO



Todo tiene un comienzo, un primer paso que suele estar vestido de dificultad y rodeado de miedo. Comenzar significa compromiso, reconocer la necesidad de cambiar, porque cuando comenzamos algo, es porque entendemos que algo nos falta. Si lo terminamos o no, ya sera otro relato, pero sea cual sea el final, el comienzo siempre quedara plasmado en nuestra historia. Quizas con el dulce sabor de la tarea terminada o la inquietante duda de saber que pasaria si hubieramos terminado.

Comenzar es lo mas dificil, porque requiere de una tarea, que aunque la hacemos cada dia, siempre nos resulta dura, tener que decidir, si lo hacemos o no; si seguimos o no; si terminamos o no. Pero una vez se comienza lo que suceda o no suceda siempre estara en nosotros como una cicatriz que nos recuerde algo inconcluso.

Asi comenzo mi jornada en busca de un proposito, con la pregunta mas sencilla y elemental... ¿existirá algún propósito para mi? Y de ser asi, ¿cual sera? ¿Puede alguien que encontro su proposito mediante sus palabras ayudarme a encontrar el mio? ¿Será casualidad o causalidad? En realidad no creo en las casualidades, si en las causalidades. Asi que definitivamente con algun PROPOSITO, esto estaba pasando, ahora me toca descubrirlo, porque conociendo el proposito de esta jornada espero encontrar el proposito de mi vida, para decir que vivo una VIDA CON PROPOSITO.